lunes, 25 de julio de 2011

LA FALSA ACCESIBILIDAD


En estas vacaciones visitamos el Museo Dolores Olmedo y a raíz de esta visita me surgio la inquietud de hacer el siguiente comentario.
Muchos lugares se autodenominan accesibles por el solo hecho de contar con una(s) rampa(s) de acceso en cualquier lugar, para los usuarios frecuentes y no frecuentes de una silla de ruedas esta pseudo-acesibilidad resulta hasta en ciertos casos ofensiva puesto que no representa una ayuda significativa y mucho menos es una posibilidad de transitar de manera libre e independiente por los diferentes sitios del lugar que se visita. En el paseo al museo que les comento en muchos de los casos las rampas llegan directo a escaleras o a elevadores que no funcionan o que tienen candado lo cual limita el poder disfrutar de este interesante lugar en compañia de la familia; es desconcertante la planeación tan superficial que se tiene al pretender adaptar un lugar para usuarios con alguna discapacidad motora, porque es muy clara la atención que se puso al disponer de un baño totalmente habilitado y accesible pero no para otro tipo de cosas como accesos para visitar todo el museo. Es obvio que hay lugares que por sus características históricas sería lamentable hacer modificaciones para construir rampas de concreto en ellos, sin embargo y aún sin ser arquitecto o diseñador sabemos que existen opciones para hacer accesibles los lugares, como por ejemplo rampas de maderas desmontables, plataformas móviles y manuales (como por ejemplo la del Museo de Cera de la Ciudad de México) en fin, con la creatividad de los nuevos arquitectos y las nuevas corrientes se pueden hacer cosas interesantes.

Lamentablemente este es solo un ejemplo de los muchos lugares que existen en México con estas características, sin embargo sin que parezca un consuelo el Distrito Federal es uno de los pocos Estados de la República en los que existen más sitios habilitados y accesibles principalmente para personas con alguna discapacidad motora.
Saludos.